
La vida transcurría normalmente en Pompeya en el año 79 d.C., entre canteras de piedra, artesanos del metal y pintores de frescos que quedaron para siempre enterrados en ceniza con la erupción del Vesubio, una "instantánea" que se reconstruye ahora en la Bolsa de Bruselas en una exposición.
El miembro del comité científico de "Pompeya, la ciudad inmortal", Henri Dupuis, explicó así hoy a Efe el objetivo de esta exposición: "Mostrar una instantánea de un día en la vida de una ciudad romana en reconstrucción que se paró de repente".
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