Durante
este mes de octubre, quienes integramos la “Nueva Mayoría”, celebramos un año
más del triunfo de la democracia, que se recuperó en un plebiscito histórico,
con un No rotundo, desafiante de la dictadura y del Gobierno de
Pinochet.
En
1988, valientes chilenos y chilenas optaron por recuperar lo más preciado de
una sociedad: la democracia y la libertad. Aquel día, militares y civiles
(leales al régimen) no convencidos con el resultado del plebiscito, demoraban
la entrega de los cómputos, que una abrumadora mayoría esperaba con
expectación.
Habiendo
transcurrido 27 años de aquel hecho histórico,
los chilenos y chilenas siguen manifestando su anhelo de cambiar este
país y convertirlo en una sociedad más justa, equitativa e inclusiva. Los
ciudadanos y ciudadanas esperan de nuestro Gobierno un compromiso total.
Los
que somos parte de este Gobierno, defendemos las reformas impulsadas por nuestra
Presidenta Bachelet, porque el pueblo necesita cambios sociales, políticos y
económicos, que no pueden esperar. Uno de esos cambios es la nueva
Constitución.
Debemos
cambiar la carta fundamental del Estado, para cortar definitivamente las
amarras de la dictadura. La última encuesta Cadem dice que el 62 por ciento de
los chilenos apuesta por un plebiscito para cambiar la Constitución.
El Gobierno debe escuchar la voz del pueblo y los políticos debemos trabajar
para que eso suceda.
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