Los ministros de Finanzas y de Salud de Reino Unido presentaron su
renuncia este martes 5 de julio. La dimisión de los altos funcionarios
se produjo poco después de que el primer ministro se disculpara por
haber nombrado a un legislador acusado de conducta sexual inapropiada
para un puesto relacionado con la atención pastoral en el Partido
Conservador. Boris Johnson queda una vez más contra las cuerdas.
Un nuevo revés para el primer ministro británico Boris Johnson, luego
de que el ministro de Finanzas, Rishi Sunak, y el de Salud, Sajid
Javid, renunciaron este martes 5 de julio a sus cargos vía carta. En
ella mencionaron la incapacidad de Johnson para dirigir una
Administración que cumpliera las normas.
"Los ciudadanos esperan,
con razón, que el Gobierno se conduzca de forma adecuada, competente y
seria. Reconozco que este puede ser mi último cargo ministerial, pero
creo que vale la pena luchar por estos estándares y por eso dimito",
expresó Sunak.
Por su parte, Javid destacó en la carta que al
igual que muchos legisladores y el público, él también había perdido la
confianza en la capacidad de Johnson para gobernar en el interés
nacional.
"Lamento enormemente tener que decirles que ya no puedo,
en conciencia, seguir sirviendo en este Gobierno", dijo Javid en su
carta de dimisión.
Las dimisiones se produjeron apenas unos
minutos después de que Johnson se disculpara por haber nombrado al
legislador Christopher Pincher, denunciado por conducta sexual
inapropiada, para un puesto relacionado con la atención pastoral en el
Partido Conservador.
Sunak y Javid estaban a cargo de dos de los
asuntos más urgentes en la agenda británica: la crisis del costo de vida
y las consecuencias de la pandemia de coronavirus.
En repetidas
ocasiones han sido vistos como posibles aspirantes al liderazgo dentro
del Partido Conservador si Johnson se ve obligado a abandonar. Es por
eso que sus renuncias fueron un gran golpe para el primer ministro.
Siguen más renuncias
Las
salidas de los ministros de Finanzas y de Salud fueron seguidas por las
de los secretarios privados del Parlamento, Jonathan Gullis y Saqib
Bhatti. Los funcionarios a cargo de ayudar a los ministros en su función
publicaron sus cartas de renuncia en las redes sociales.
También
dimitieron los conservadores Bim Afolami y Andrew Murrison. El primero
renunció a la vicepresidencia del partido, mientras que el segundo
dimitió como enviado comercial a Marruecos.
Pero Johnson aún
cuenta con el apoyo de otras altas personalidades. La secretaria de
Asuntos Exteriores, Liz Truss, y el secretario de Defensa, Ben Wallace,
indicaron que permanecerán en sus cargos.
El escándalo sexual que golpeó al equipo del primer ministro británico
Las
dimisiones se produjeron después de que Johnson se disculpara por haber
nombrado al legislador Christopher Pincher para un puesto relacionado
con la atención pastoral en el Partido Conservador.
Johnson
aseguró que había sido "un error no haberse dado cuenta" que Pincher no
era apto para un puesto de Gobierno, ya que había sido denunciado por
conducta sexual inapropiada.
"Pido disculpas a todos los que se
han visto afectados por ello", dijo Johnson ante la prensa, en aras de
dejar en claro que "no hay lugar en este Gobierno para nadie que sea
depredador o que abuse de su posición de poder".
Sin embargo, esta última explicación de Johnson aumentó la frustración hacia el partido gobernante.
Cabe
recalcar que los cambios en la narrativa de Downing Street desde que
Pincher renunció a su cargo la semana pasada ya habían amargado a
personas como Simon McDonald, funcionario de mayor rango en el
Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido entre 2015 y 2020, y
quien considera que Johnson aún no está diciendo la verdad.
Unos meses críticos para Boris Johnson
El Gobierno de Johnson se ha visto envuelto en varios escándalos recientemente.
Hace
un mes, el primer ministro británico sobrevivió a una votación de
confianza tras el escándalo sobre las fiestas celebradas en Downing
Street durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19. En ese
entonces, contaba con el apoyo de Sunak y Javid.
Pero a pesar de
que logró permanecer en el cargo, las respuestas cambiantes del primer
ministro a meses de denuncias sobre fiestas en oficinas del Gobierno,
alimentaron las persistentes preocupaciones sobre su liderazgo.
Dos
semanas después, los candidatos conservadores fueron derrotados en dos
elecciones especiales para cubrir los escaños vacantes en el Parlamento.
Esto evidenció el descontento en el seno del partido de Johnson.
El
'premier' ha sido criticado también por no hacer lo suficiente para
abordar el alza del costo de vida. Muchos británicos están luchando para
hacer frente a la subida de los precios del combustible y los
alimentos.
De acuerdo con los economistas, Reino Unido se aproxima cada vez más a una fuerte desaceleración o posiblemente a una recesión.
La oposición presiona por un cambio de gobierno
Tras
la dimisión de dos altos ministros, el líder del Partido Laborista -el
principal de la oposición-, Keir Starmer, afirmó que, "después de toda
la sordidez, los escándalos y el fracaso", está claro que el Gobierno de
Boris Johnson "se está derrumbando".
Starmer aseguró que le
"daría la bienvenida a unas elecciones anticipadas", e indicó que, a su
juicio, "sólo un verdadero cambio de gobierno puede dar a Reino Unido el
nuevo comienzo que necesita".
Entretanto, un legislador
previamente leal a Johnson aseguró que el primer ministro "está acabado"
y que por ende, "no debería prolongar la agonía" ya que "es una falta
de respeto a sus colegas, a su partido y a su país".
En las
próximas semanas, los legisladores conservadores elegirán a los nuevos
miembros del comité que establecerá las normas parlamentarias del
partido.
Varios candidatos han sugerido que apoyarían la
modificación de las normas para permitir otro voto de censura. Las
normas actuales exigen un plazo de 12 meses entre dichas votaciones.