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El segundo piso de la casona que alberga a la Unión Demócrata
Independiente en calle Suecia, comuna de Providencia, guarda el minuto
más tenso vivido tras la victoria en las primarias de Pablo Longueira.
Este se produjo en momentos en que llegó a la sede gremialista Andrés
Allamand, el cual -según lo coordinado entre ambos comandos- entregaría
su apoyo público al candidato triunfador.
Según lo estipulado, habían dos escenarios a escoger: saludar por el
balcón de dicha casona o realizar una conferencia de prensa conjunta.
Pero el programa se fue a la basura, ya que al ingresar Andrés Allamand, el que según fuentes de Radio Bío Bío venía
ofuscado aparentemente por la derrota, subió raudo hasta el segundo
piso del inmueble en compañía de su mujer, Marcela Cubillos, y el
subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla.
El ex abanderado RN le dio un abrazo a Pablo Longueira, felicitándolo
y asegurándole que se pondría a su disposición, en un diálogo que no
habría durado más de 30 segundos, todo esto en el espacio entre la
escalera y la salida del balcón de dicho recinto.
Tras esto, Allamand se dio media vuelta y le dijo a su mujer:
“Marcela, vámonos”, a lo cual intervino el generalísimo de Longueira,
Joaquín Lavín, quien les recordó el compromiso adquirido con
anterioridad en base a los dos escenarios.
Fue este punto -según relataron al menos cuatro testigos a Radio Bío Bío–
el que hizo perder el control al otrora abanderado RN, el cual se
acercó al ex ministro de Desarrollo Social apuntándole con el dedo a
centímetros de su cara, enrostrándole con tono duro: “hasta cuándo me
vas a humillar, conchetumadre”.
Lavín impávido, según el relato de los presentes, solo dio un paso
atrás observando la furia de Allamand, la cual trataron de minimizar los
ministros que estaban ahí, entre ellos el titular del Interior, Andrés
Chadwick, la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez y de Defensa, Rodrigo
Hinzpeter.
Tras el incidente, Allamand salió del recinto acompañado de su mujer y
pese a que Rodrigo Ubilla trató de convencerlo que regresara para dar
una señal de unidad, el ex abanderado presidencial de Renovación
Nacional prefirió marcharse.
Tensos momentos que se fueron diluyendo por el fervor del triunfo de
la UDI, así como la llegada y saludo del timonel de RN, Carlos Larraín,
el cual de buen ánimo felicitó a sus socios políticos.
Pero en el ambiente político ayer lunes se analizaba que los duros
términos de Allamand a Lavín, se habrían basado en que el ex senador por
Los Ríos culparía al generalísimo de Longueira de estar tras la ola de
críticas y odiosidades que tuvo la UDI tras la caída de Laurence
Golborne.
FUENTE BIOBIOCHILE.CL
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