La inflación parece imparable en todo el mundo agravada por la guerra en Ucrania y los bancos centrales intentan hacer frente aumentando lo...
La inflación parece imparable en todo el mundo agravada por la guerra en Ucrania y los bancos centrales intentan hacer frente aumentando los tipos de interés de referencia, una medida que merma el crédito y la capacidad de ahorro de los ciudadanos.
Los bancos centrales de América Latina continúan endureciendo su política monetaria en su intento por frenar la inflación galopante que afecta al mundo y que en la región se muestra en niveles históricos.
Las tasas de interés son el precio del dinero que los emisores de cada país estipulan y sirven de referencia para los créditos que se brindan a los ciudadanos. Los bancos centrales calculan las expectativas inflacionarias, que es una medición del mercado sobre lo que pueda pasar en el futuro y que, en los últimos meses, se ha disparado tras el desequilibrio entre la oferta y la demanda pospandemia, y posteriormente el aumento de precios de los hidrocarburos por la guerra en Ucrania.
Al subir las tasas de interés en los países, los créditos cuestan más y las personas tienden a solicitar menos dinero prestado. Esto hace caer la demanda de productos y contrae la economía, algo que parece lógico en un momento en que la demanda está disparada y los bienes y servicios no dan abasto.
Según datos del Banco Mundial, la inflación interanual en América Latina ronda el 7%, mientras que el Fondo Monetario Internacional es más pesimista en sus previsiones y estima que la inflación podría cerrar 2022 en torno al 10%.
Cada mes, países como México, Colombia, Brasil y Chile rompen sus propios récords de aumento de precios y detrás, los bancos centrales intentan frenar la carrera inflacionaria ajustando la política monetaria.
"Lo que dice la teoría es que cuando esas cosas suceden, hay que disminuir la velocidad del caballo halando las riendas. Subir las tasas es como forzar al caballo para que vaya a menor velocidad", afirma Alberto Bernal León, Director de Estrategia Global de XP Investments.
Bernal explica que la subida de tipos de interés es una buena noticia “para familias que tienen ahorros e invierten en certificados de depósitos en los bancos. Por el dinero ahorrado reciben más dividendos, eso es bueno para ellos”.
En cambio, para quienes quieran comprar una casa, un auto, o tienen deuda en la tarjeta de crédito, “subir las tasas es una mala noticia, porque les cuesta más pagar la cuota de mantenimiento de esas deudas".
Para el economista el aumento de los tipos de interés disminuye la capacidad y el interés de la gente para comprar bienes o endeudarse más, y eso tiene un efecto en la economía que no es positivo, pero surge necesario.
Al ser consultado sobre el actuar de los bancos centrales de la región, comentó que estos “comenzaron a actuar antes que la Reserva Federal de EE. UU. Un juicio de valor es que Latinoamérica se le adelantó un poco al mundo desarrollado en subir las tasas de interés", agrega.
El aumento de las tasas que vive la región también puede disminuir la capacidad y el interés de las industrias en invertir en nuevos proyectos, aunque la economía seguirá su rumbo, dice Bernal. "Hay que seguir adelante. A veces las personas funcionan con tasas de interés de 5%, de 2%, de 8%, a todos niveles siempre hay crecimiento, siempre hay inversión, siempre lo ha habido y no debe por ser diferente", comentó el experto a France 24.
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