Las recientes declaraciones de personeros de la Nueva Mayoría y la ex Concertación asumiendo potenciales candidaturas presidenciales h...
Las recientes declaraciones de personeros de la Nueva Mayoría y la ex
Concertación asumiendo potenciales candidaturas presidenciales han
abierto el debate entre analistas sobre la posición en la que queda la
actual administración frente a estas manifestaciones desde el interior
del oficialismo.
A pesar que hace sólo unos meses desde la coalición de gobierno se
hacían llamados a no adelantar la carrera presidencial de 2018, la ya
establecida candidatura de Ricardo Lagos y las declaraciones del senador
Ignacio Walker, quien manifestó que al primer semestre de este año la
DC debe tener a su candidato presidencial, han echado por tierra estas
declaraciones de buenas intenciones de hace un tiempo.
Para el profesor del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad
de Chile, Alejandro Olivares, la carrera presidencial que se ha iniciado
en la Nueva Mayoría refleja la falta de liderazgos al interior del
oficialismo y el “vacío de candidatos naturales”, situación que
contrasta con lo que ocurre en la derecha en donde Sebastián Piñera se
alza como un representante incontestable en las próximas elecciones.
“Como no hay liderazgos fuertes dentro de la Nueva Mayoría, los
partidos y muchos líderes políticos que tienen aspiraciones de poder
transformarse en un líder formal de toda la coalición más allá del
partido, aprovechan de levantar candidaturas, ya sea testimoniales o
candidaturas que tengan alguna posibilidad real”.
El profesor Olivares agrega que este contexto político que vive la
Nueva Mayoría es ideal para que surjan candidaturas de personas que
tienen ambiciones de poder, a lo que habría que sumarle que febrero es,
según el académico, una época en la cual “los que quieren mantenerse en
la primera línea pueden aparecer con menos complicaciones y pueden
emitir declaraciones más livianas como autoproclamarse candidato
presidencial”.
Renato Garín, académico de la Universidad Alberto Hurtado y del INAP
de la Universidad de Chile recalca la “debilidad política” que muestra
el Gobierno, y que se hace aún más patente con la situación que
atraviesa por la permanencia en el cargo de Cristián Riquelme,
administrador de La Moneda, lo que se suma, desde su punto de vista, a
la “crisis emocional que tiene el Gobierno, en general”.
Garín hace énfasis en la actuación del grupo de personeros de la DC,
liderados por Ignacio Walker y Andrés Zaldívar, quienes han levantado la
candidatura de Ricardo Lagos, y que apuntarían a generar una primaria
en la que el ex Presidente se mida con algún candidato de la Falange,
para luego volcar su respaldo al ex mandatario, como el “establishment
de la Nueva Mayoría, que es la antigua Concertación”.
Para el abogado, el “factor Lagos” es fundamental para entender la
carrera presidencial en la Nueva Mayoría, ya que evidencia la tensión
entre la vieja Concertación versus la Nueva Mayoría, siendo el ex
Presidente el candidato del primer grupo que valora positivamente los
veinte años de gobierno de la Concertación.
“Lagos es el candidato de las personas que tienen una evaluación
positiva de esos veinte años, es decir, de un cierto coqueteo de la
Concertación con el neoliberalismo, es el grupo que no tiene problemas
con eso, versus otro grupo que está por verse quien lo va a dirigir que
va a sentirse distante de eso, y claramente la gran contradicción hoy
día del Gobierno es que el Programa de Gobierno de Michelle Bachelet y
las reformas que Michelle Bachelet ha llevado a cabo, no han contado con
el auspicio, precisamente de este grupo de poder que está levantando
Ricardo Lagos”.
Ernesto Águila, director del Departamento de Estudios Pedagógicos
(DEP) de la Universidad de Chile, señala que las candidaturas
presidenciales que emergen en la Nueva Mayoría, reflejan el “vacío de
poder y una cierta sensación de que el segundo tiempo de este gobierno
va a ser de intentar cerrar temas que de una agenda muy proactiva”, no
obstante que, a juicio del analista político, aún quedan en la agenda
temas importantes, como la Reforma Laboral o la Ley Marco de Educación
Superior.
Águila sostiene que la manera en cómo sean abordados estos y otros
temas pendientes, marcarán la ruta y la proyección futura de la
administración, si será de un corte profundizador de las reformas, o si
se optará por una alternativa conservadora, “por la vía directamente de
un gobierno de derecha, o una reedición de la Concertación y una
transversalidad como la que se conoció durante la Transición”.
El director del DEP de la Universidad de Chile coincidió con Renato
Garín en el sentido que la carrera presidencial también está
evidenciando la tensión entre la antigua Concertación y la Nueva
Mayoría, un “interregno” en el cual “las lógicas transicionales”
presionan por un lado, y por el otro una lógica, por lo menos más anti
neoliberal: “Ni la Nueva Mayoría termina de nacer ni la vieja
Concertación termina de morir”, resume Ernesto Águila.
Finalmente, los expertos plantearon que el Gobierno debe tomar las
riendas de la discusión y el debate del proceso constituyente para poder
dar muestras de querer retomar el liderazgo de la agenda, y revertir el
proceso que ha permitido el surgimiento de estas candidaturas
presidenciales prematuras.
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