La tensa calma que siguió al termino de la Eucaristía, del sábado
21 de marzo en la catedral de Osorno, fue el desenlace de una seguidilla de
hechos que confirmaron a Juan Barros como obispo de la diócesis de Osorno,
hechos que no solo son responsabilidad de Barros sino también de quienes lo
llevaron al poder, entre ellos el nuncio apostólico de Chile, una especie de
embajador del Vaticano y el mismo Papa Francisco, quien en contradicción a su
discurso, reafirmó al ex obispo castrense en el cargo.
Golpes, gritos y tironeos varios fue lo que se vivió
pasada las 11 de la mañana en la catedral de Osorno, justo cuando Barros hacía
ingreso para comenzar la ceremonia donde tomaría posesión de la diócesis de
Osorno, antes eso si, había dicho que se encontraba tranquilo y esperanzado, además
de enviarles un mensaje a sus detractores, que respeten la decisión del Papa
Francisco.
Pero la división del mundo católico osornino no
comenzó ese día sábado, sino el mismo día en que se conoció su designación, el
15 de enero de 2015, cuando en un breve comunicado se supo que el obispo
castrense seria enviado al sur, esto porque según se comenta, el mismo ejercito
habría pedido la salida de Barros.
El designado religioso desde ese momento guardó
silencio y no se refirió a los cuestionamientos posteriores, sobretodo por
parte de los denunciantes del caso Karadima, Juan Carlos Cruz y James Hamilton,
quienes declararon a la prensa que Barros fue testigo cuando Karadima los
abusaba y que defendió al ex párroco del bosque ante el vaticano cuando comenzó
la polémica hace algunos años atrás, resultando Karadima condenado y reafirmándose
los hechos denunciados.
Fueron múltiples las acciones del grupo
opositor a Barros las realizadas, entre ellas, protestas en Osorno y Santiago,
la misiva de 51 diputados enviada al Vaticano para que se deje sin efecto la designación,
además de las declaraciones de los denunciantes del caso Karadima, quienes
revivieron los hechos y reafirmaron su postura de que Juan Barros no llegue a
Osorno.
Pero mientras se esperaba la fecha donde asumiría
Barros, el 21 de Marzo, hubo varios hechos que dejan interrogantes, como por
ejemplo, quien o quienes propusieron a Barros y que antecedentes enviaron al
Vaticano, por qué el Papa reafirmó su decisión y no escuchó al menos a dos
representantes de la iglesia, Fernando Chomali y Ricardo Ezzati, quienes habrían
dicho al sumo pontífice la polémica que se originó en Chile por el nombramiento
de Barros, además de no conocerse si el Papa tuvo la oportunidad de hablar con
el ex obispo castrense.
Aun así, la división de la iglesia católica en
Chile se fue reafirmando constantemente, la primera fue la carta enviada por
los mismos sacerdotes de Osorno pidiendo la salida de Barros, luego las
declaraciones del ex obispo Goic y Felipe Berrios, en contra de Barros, además
de la declaración de Alex Vigueras, provincial de los sagrados corazones en
Chile, quien pidió la renuncia del ex obispo castrense.
Todo esto culmino el sábado 21 cuando se mostró
la división del mundo católico Osornino, unos con globos blancos, quienes dicen
fueron llevados para generar numero dentro de la catedral y otros con globos
negros y vestimenta del mismo color, quienes al ver que Barros ingresaba a la
catedral corrieron hacia adentro del recinto, generándose un tumulto de gente
que intentaron agredir al nuevo obispo, le gritaron de todo y no permitieron
que se escuchara algo de la eucaristía, culminando la ceremonia entre gritos y
con el obispo saliendo escoltado y sin saludar a la multitud.
Y las interrogantes que quedan y que no han
sido esclarecidas son: ¿sabia realmente Barros de lo que hacia su guía
espiritual Karadima?, a quien el antes de irse como obispo a Iquique realizó un
homenaje, además de interceder ante el Vaticano para que no sea condenado,
también ¿Por qué nunca habló luego de ser designado y solo envió una carta
explicándose? Y por ultimo ¿Cuál es la responsabilidad del Papa y el nuncio en
la designación?... interrogantes que con el tiempo se irán respondiendo, porque
el mundo se dio cuenta de una cosa: es distinto hablar que realizar acciones y
esto porque muchos ya han salido a criticar al sumo pontífice por decir algo y
no hacerlo…
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