Rey Carlos III despoja al príncipe Andrés de sus títulos por vínculos con Epstein
El rey Carlos III del Reino Unido ha iniciado un proceso formal para despojar a su hermano, el príncipe Andrés, de todos sus títulos y honores reales, además de ordenar su salida de Royal Lodge, su residencia oficial en Windsor. La medida responde a los persistentes señalamientos por sus vínculos con el fallecido delincuente sexual estadounidense Jeffrey Epstein, según confirmó este jueves el Palacio de Buckingham.
A partir de esta decisión, Andrés dejará de ser tratado como miembro de la familia real activa y será conocido únicamente como Andrés Mountbatten Windsor, nombre civil que marca su distanciamiento definitivo de la realeza británica. Además, deberá abandonar su residencia en Royal Lodge, una mansión de 30 habitaciones donde vivía junto a su exesposa Sarah Ferguson desde 2003. Se mudará a una propiedad privada en Sandringham Estate, ubicada en el condado de Norfolk.
La determinación del rey fue impulsada por la reciente publicación de las memorias póstumas de Virginia Giuffre, principal denunciante del caso Epstein, quien se suicidó en abril de 2025. En el libro, publicado el pasado 21 de octubre, Giuffre relata que fue víctima de explotación sexual por parte de Epstein y afirma que mantuvo relaciones con el príncipe Andrés en al menos tres ocasiones, acusaciones que él siempre ha negado.
La familia de Giuffre celebró públicamente la decisión del rey, afirmando que “una estadounidense ordinaria hizo caer a un príncipe británico con su verdad y su valentía extraordinaria”. La reacción fue difundida a través de un comunicado enviado a la BBC, en el que agradecieron la memoria de Virginia y el impacto de su testimonio.
A nivel interno, la decisión también habría contado con el respaldo del príncipe Guillermo, heredero al trono, quien desde hace meses presionaba para que Andrés fuera apartado definitivamente de sus funciones y beneficios reales, en un esfuerzo por proteger la imagen de la institución monárquica.
El comunicado oficial del palacio subraya que Carlos III y la reina Camila “desean precisar que sus pensamientos y su más grande simpatía han estado y estarán con las víctimas y los sobrevivientes de todas las formas de abuso”.
El escándalo se reavivó recientemente tras la publicación de una fotografía en la que aparecen juntos Jeffrey Epstein, Ghislaine Maxwell y Harvey Weinstein, captada en los jardines de Royal Lodge durante el cumpleaños número 18 de Beatriz de York, hija de Andrés. La imagen, difundida por medios británicos, generó indignación pública y fue vista como una afrenta a las víctimas.
Aunque las hijas del príncipe Andrés, Beatriz y Eugenia, conservarán sus títulos y no serán afectadas por la decisión, el caso representa uno de los momentos más delicados para la Casa de Windsor en los últimos años, con potenciales repercusiones tanto políticas como institucionales.
La medida del rey Carlos III apunta a proteger la integridad de la monarquía británica, en medio de crecientes cuestionamientos sociales sobre el uso de recursos públicos y el papel de los miembros de la familia real vinculados a escándalos. Con este paso, el monarca envía un mensaje claro de cero tolerancia ante comportamientos que comprometan la credibilidad de la institución.
