Hace no tanto tiempo, la compositora y estrella del pop Shakira no sabía si en algún momento volvería a componer otro álbum. “Estaba l...
Hace no tanto tiempo, la compositora y estrella del pop Shakira no sabía si en algún momento volvería a componer otro álbum. “Estaba llena de dudas y pensé que nunca haría buena música de nuevo”, dijo en una entrevista en la suite de un hotel del centro de Manhattan durante una ajetreada jornada de promoción para sí, un nuevo disco, El Dorado, lanzado el viernes 26 de mayo.
Es una producción interpretada en su mayor parte en español —aunque ella ahora habla inglés con fluidez— y está llena de canciones de amor con ritmos tropicales. El nombre del álbum proviene de la mítica ciudad de oro que los conquistadores españoles buscaron en Sudamérica. “Buscando la inspiración y descubriendo que había estado ahí todo el tiempo… ese fue mi El Dorado”, dijo la cantante. “Fue un estado mental perfecto”.
Su inspiración regresó, dijo, cuando decidió que ella no tenía que hacer un disco, solo una canción a la vez: “Fue como una liberación”.
Shakira Isabel Mebarak Ripoll se convirtió en una superestrella en América Latina en los años 90 y llegó a más partes del mundo con su álbum de 2001, Servicio de lavandería, que contenía canciones en inglés y ha vendido más de tres millones de copias tan solo en Estados Unidos. Su sonido proveniente de distintas partes del mundo, su sonrisa inocente y sus sinuosas caderas la transformaron en una sensación de los videos musicales. Pasó a vender decenas de millones de discos; colaborar con Beyoncé, Rihanna y Wyclef Jean (en el éxito internacional “Las caderas no mienten”); convertirse en coach en La Voz estadounidense y grabar el himno del Mundial de Sudáfrica 2010 “Waka Waka (esto es África)”, lo que la llevó a conocer al futbolista español Gerard Piqué, quien es el padre de sus hijos.
Sin embargo, últimamente se ha enfocado en la crianza de sus niños, de 2 y 4 años de edad. Al hacer su álbum de 2014, titulado Shakira, el cual se internó en el rock y la música electrónica en un claro intento por conquistar reproducciones en las estaciones de radio, tuvo dos años difíciles y ventas nada espectaculares. “¿Cuándo me retiraré?”, Shakira recuerda haberle preguntado a Piqué. “Y él respondió: ‘Cuando no tengas nada que decir, pero ese momento no ha llegado todavía’”.
La intérprete agrega: “La creadora dentro de mí necesitaba atención desesperadamente, pero mi hijo de 2 años tenía la misma necesidad. La persona, la madre, la creadora —todas esas pequeñas Shakiras— estaban luchando dentro de mí, así que fue una multitud”. El momento decisivo llegó el año pasado cuando Shakira regresó a sus raíces colombianas. El compositor y cantante colombiano Carlos Vives le envió demos para su próxima producción. Shakira pensó que una canción tenía lo necesario para convertirla en un dueto y la compositora en su interior se puso a trabajar.
Es una producción interpretada en su mayor parte en español —aunque ella ahora habla inglés con fluidez— y está llena de canciones de amor con ritmos tropicales. El nombre del álbum proviene de la mítica ciudad de oro que los conquistadores españoles buscaron en Sudamérica. “Buscando la inspiración y descubriendo que había estado ahí todo el tiempo… ese fue mi El Dorado”, dijo la cantante. “Fue un estado mental perfecto”.
Su inspiración regresó, dijo, cuando decidió que ella no tenía que hacer un disco, solo una canción a la vez: “Fue como una liberación”.
Shakira Isabel Mebarak Ripoll se convirtió en una superestrella en América Latina en los años 90 y llegó a más partes del mundo con su álbum de 2001, Servicio de lavandería, que contenía canciones en inglés y ha vendido más de tres millones de copias tan solo en Estados Unidos. Su sonido proveniente de distintas partes del mundo, su sonrisa inocente y sus sinuosas caderas la transformaron en una sensación de los videos musicales. Pasó a vender decenas de millones de discos; colaborar con Beyoncé, Rihanna y Wyclef Jean (en el éxito internacional “Las caderas no mienten”); convertirse en coach en La Voz estadounidense y grabar el himno del Mundial de Sudáfrica 2010 “Waka Waka (esto es África)”, lo que la llevó a conocer al futbolista español Gerard Piqué, quien es el padre de sus hijos.
Sin embargo, últimamente se ha enfocado en la crianza de sus niños, de 2 y 4 años de edad. Al hacer su álbum de 2014, titulado Shakira, el cual se internó en el rock y la música electrónica en un claro intento por conquistar reproducciones en las estaciones de radio, tuvo dos años difíciles y ventas nada espectaculares. “¿Cuándo me retiraré?”, Shakira recuerda haberle preguntado a Piqué. “Y él respondió: ‘Cuando no tengas nada que decir, pero ese momento no ha llegado todavía’”.
La intérprete agrega: “La creadora dentro de mí necesitaba atención desesperadamente, pero mi hijo de 2 años tenía la misma necesidad. La persona, la madre, la creadora —todas esas pequeñas Shakiras— estaban luchando dentro de mí, así que fue una multitud”. El momento decisivo llegó el año pasado cuando Shakira regresó a sus raíces colombianas. El compositor y cantante colombiano Carlos Vives le envió demos para su próxima producción. Shakira pensó que una canción tenía lo necesario para convertirla en un dueto y la compositora en su interior se puso a trabajar.
tnyt
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