“¿Te imaginas ir a Napa en 15 minutos? ¿Al trabajo en menos de seis? Hace décadas que los coches voladores están en la ciencia ficción, a...
“¿Te imaginas ir a Napa en 15 minutos? ¿Al trabajo en menos de seis? Hace décadas que los coches voladores están en la ciencia ficción, ahora lo queremos hacer una realidad”, arrancó, Jeff Holden, jefe de producto en Elevate, la división más futurista de Uber.
“En Uber usamos los coches privados para generar un bien público. Hay parkings, hay contaminación, hay falta de eficiencia”, enumeró. La visión de Uber, elitista desde el momento en que la prioridad es ir a Napa, el lugar preferido de recreo de los 'techies' de Silicon Valley para huir del mal tiempo de San Francisco y recrearse en las bodegas, pasa por hacer que se deje de poseer un coche para ganar espacio urbano.
Uber espera llevar los coches voladores a las ciudades en menos de cinco años. Dallas, donde tiene lugar la cumbre para sentar las bases de este sector, y Dubai, con su exposición universal, serán la primera ciudad en contar con este sistema funcionando antes, en 2020. Antes llegarán las pruebas con algunos retos, como les gusta llamar a los problemas, palabra prohibida, en Silicon Valley. Entre los mismos, los puntos de recarga de baterías de estos vehículos que serán eléctricos, así como despegue y aterrizaje. Estos intercambiadores ya tienen nombre, serán los Vertiports. No es casual su elección porque los vehículos tendrán despegue y aterrizaje vertical, lo que minimiza el espacio necesario para ponerlos a funcionar. ChargePoint estará a cargo del diseño de la parte energética. Otro problema, o fricción, será el diseño.
Son cinco las empresas que se han asociado a Uber para hacer prototipos Pipistrel Aircraft, Mooney y Bell Helicopter, además de la brasileña Embraer y Aurora Flight Sciences. Estas últimas son las que tienen propuestas más avanzadas. El de Aurora es una modificación del XV-24A que ya usa el ejército de Estados Unidos. Han adquirido el compromiso de tener lista una flota de 50 unidades para comenzar las pruebas y funcionar en 2020. Su modelo es para apenas cuatro u ocho personas. Embraer, en cambio, quiere hacer algo más comunal. “Diseñamos, desarrollamos y entregamos aviones tanto de defensa como comerciales desde hace 15 años. En 10 años tendremos un 18% del mercado de la aviación mundial, nos interesan especialmente los vehículos de media capacidad. Estamos haciendo una línea de gran éxito. Somos nuevos pero aprendemos rápido. Tenemos el reto de cambiar rápido”, dijo Paulo Cesar de Souza e Silva, su consejero delegado, con gran modestia. Embraer ya es el tercer fabricante mundial de aviones comerciales.
“En Uber usamos los coches privados para generar un bien público. Hay parkings, hay contaminación, hay falta de eficiencia”, enumeró. La visión de Uber, elitista desde el momento en que la prioridad es ir a Napa, el lugar preferido de recreo de los 'techies' de Silicon Valley para huir del mal tiempo de San Francisco y recrearse en las bodegas, pasa por hacer que se deje de poseer un coche para ganar espacio urbano.
Uber espera llevar los coches voladores a las ciudades en menos de cinco años. Dallas, donde tiene lugar la cumbre para sentar las bases de este sector, y Dubai, con su exposición universal, serán la primera ciudad en contar con este sistema funcionando antes, en 2020. Antes llegarán las pruebas con algunos retos, como les gusta llamar a los problemas, palabra prohibida, en Silicon Valley. Entre los mismos, los puntos de recarga de baterías de estos vehículos que serán eléctricos, así como despegue y aterrizaje. Estos intercambiadores ya tienen nombre, serán los Vertiports. No es casual su elección porque los vehículos tendrán despegue y aterrizaje vertical, lo que minimiza el espacio necesario para ponerlos a funcionar. ChargePoint estará a cargo del diseño de la parte energética. Otro problema, o fricción, será el diseño.
Son cinco las empresas que se han asociado a Uber para hacer prototipos Pipistrel Aircraft, Mooney y Bell Helicopter, además de la brasileña Embraer y Aurora Flight Sciences. Estas últimas son las que tienen propuestas más avanzadas. El de Aurora es una modificación del XV-24A que ya usa el ejército de Estados Unidos. Han adquirido el compromiso de tener lista una flota de 50 unidades para comenzar las pruebas y funcionar en 2020. Su modelo es para apenas cuatro u ocho personas. Embraer, en cambio, quiere hacer algo más comunal. “Diseñamos, desarrollamos y entregamos aviones tanto de defensa como comerciales desde hace 15 años. En 10 años tendremos un 18% del mercado de la aviación mundial, nos interesan especialmente los vehículos de media capacidad. Estamos haciendo una línea de gran éxito. Somos nuevos pero aprendemos rápido. Tenemos el reto de cambiar rápido”, dijo Paulo Cesar de Souza e Silva, su consejero delegado, con gran modestia. Embraer ya es el tercer fabricante mundial de aviones comerciales.
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