Con el objetivo de compartir la experiencia trasandina sobre el mejoramiento genético de especies forrajeras para la obtención de...
Con el objetivo de compartir la experiencia trasandina sobre
el mejoramiento genético de especies forrajeras para la obtención de cultivares
tolerantes al cambio climático, la doctora Adriana Andrés del INTA Argentina,
recientemente visitó el Centro de Investigación Regional INIA Remehue, donde
participó de distintas actividades junto a especialistas y productores de la
zona.
Esto, en el marco de la a ejecución del proyecto “Bases para
la generación de una estrategia integrada de adaptación para sistemas ganaderos
de Latinoamérica”, del Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias
(Fontagro). Durante esta instancia la experta extranjera pudo contar en detalle
el trabajo que por más de 10 años se viene desarrollando en el país vecino en
materia de generación de tecnologías, como también en la adopción de la misma
por parte del sector privado.
Adriana Andrés,
quien es coordinadora del proyecto nacional de Mejoramiento Genético de Especies Forrajeras del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria
(INTA) se reunió en primera instancia con el equipo
técnico de Colun en la comuna de La
Unión donde realizó una presentación
técnica sobre opciones forrajeras para enfrentar el stress hídrico, basado en
la experiencia Argentina. Asimismo, dialogó en Osorno con los investigadores de INIA
Remehue en torno al programa de
mejoramiento genético forrajero de INTA, como una forma de compartir
experiencias y contrastar el trabajo que se realiza en Chile en este ámbito.
“Hoy en INTA tenemos más de 15 cultivares liberados y otros
en etapas intermedias de desarrollo como es la generación de poblaciones
avanzadas para la selección, estamos trabajando en este tema por 10 años. El
trabajo se inició luego de que en Argentina se produjo un fenómeno de
agriculturización de la tierra en donde la ganadería resultó relegada, así las
pasturas tuvieron que salir de los suelos con buena aptitud forrajera. Esto nos
llevó a pensar dónde debían ir estos programas de mejoramiento genético de
cultivares para darle al productor ganadero una opción de forraje que produzca
en lo posible todo el año, y que a su vez tenga calidad sobreviviendo en los
ambientes extremos”, comentó la doctor Adriana Andrés.
Cabe mencionar que en Chile, el Instituto de Investigaciones
Agropecuarias (INIA) lleva a cabo iniciativas científicas orientadas a generar
estrategias de adaptación de especies forrajeras al cambio climático, en este
sentido, el equipo dirigido por la doctora Marta Alfaro, con financiamiento de
Fontagro está evaluando distintos materiales con la finalidad de entregar a los
agricultores opciones que les permitan mantener la producción en meses de
verano e inicios de otoño y que sean
eficientes desde el punto de vista productivo, económico y ambiental.
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