El secretario de Estado de EE UU, John Kerry, visitó este domingo El Cairo tan solo unas horas antes del inicio del juicio este lunes al presidente islamista depuesto, Mohamed Morsi, acusado de incitar desde el Gobierno al asesinato de sus detractores.
Sin embargo, el futuro de Morsi no figuró entre los principales asuntos
que Kerry abordó con sus interlocutores egipcios en el inicio de una
gira que le llevará, entre otros países, a Israel y Jordania.
El jefe de la diplomacia estadounidense se reunió en primer lugar con
su homólogo egipcio, Nabil Fahmi. Posteriormente, departió con el
presidente interino, Adly Mansur, y con el general Abdel Fatá al Sisi,
ministro de Defensa y considerado el verdadero hombre fuerte del país.
En una rueda de prensa conjunta, Kerry expresó su apoyo a las nuevas
autoridades egipcias, y restó importancia a las tensiones experimentadas
entre ambos países durante las últimas semanas a raíz de la suspensión de una parte de la ayuda militar que Washington envía anualmente a Egipto, y que asciende a más de 1.000 millones de euros.
“No hemos dedicado demasiado tiempo a la cuestión de la ayuda. Pero
coincidimos en que la relación entre nuestros países no debe estar
marcada por la asistencia. Hay otros asuntos más importantes”, declaró
el secretario de Estado. Kerry justificó los recortes de los fondos por
la forma en que las leyes de EE UU consideran “cómo se produce el
tránsito de un gobierno a otro”, un eufemismo para no pronunciar las
palabras “golpe de Estado”.
Kerry expresó su apoyo a las autoridades en su hoja de ruta para
restaurar la democracia en el país, y resaltó el hecho de que se esté
redactando una nueva Constitución. Al ser preguntado si todavía cree que
los generales pretenden restaurar la democracia, tal y como afirmó en
julio, respondió: “Hasta ahora, las señales apuntan a que eso es lo que
intentan hacer”. La visita de Kerry es la de más alto rango realizada
por un representante de EE UU tras el golpe, y aunque duró tan solo unas
pocas horas, representa un espaldarazo al nuevo gobierno.
El dignatario estadounidense condenó sin ambages “todos los actos de
violencia” ocurridos recientemente en el país árabe, pero mencionó
especialmente los cometidos contra las fuerzas de seguridad y las
iglesias, obviando represión policial de las manifestaciones pro Morsi.
Mientras Kerry recorría las calles de la capital egipcia, la policía y
el Ejército extremaban las medidas de seguridad en todo el país en la
víspera del inicio del juicio al expresidente Morsi. Fuentes
gubernamentales han asegurado a la prensa local que Morsi acudirá al
juicio, en la que sería su primera aparición pública tras el golpe de Estado,
pues ha estado arrestado en paradero desconocido desde el 3 de julio.
La coalición antigolpe ha calificado el proceso de “farsa” y ha llamado a
una nueva jornada de protestas.
fuente: elpais.com
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