Hace pocos días leí una
editorial de una revista que titulaba ¿Pasajero o tripulante?, que narraba la
diferencia entre el “pasajero”, que sólo se dedica a disfrutar del viaje,
paisajes y atenciones; mientras que los “tripulantes” hacen esfuerzos por tener
todo ordenado, limpio, siempre disponibles para los requerimientos de los
pasajeros, preparados para cuando la tormenta llegue y los pasajeros se recluyan
a sus habitaciones simplemente a dormir, haciendo sus mejores esfuerzos para
enfrentar los contratiempos.
Esto me ha hecho pensar en
el Chile de hoy, en donde tenemos ciudadanos “pasajeros”, que sólo quieren
disfrutar, que han ido navegando por aguas cada vez más desarrolladas y con mejor
bienestar para todos, en donde la pobreza ha disminuido drásticamente, se han
creado empleos y nuevos profesionales. En tanto, los “tripulantes” de ese barco,
sabiamente siempre buscaron el consenso y el bien común por sobre los
idealismos extremos, tripulantes que crecían
con igualdad, llevando las discusiones al congreso y no a la calle, pues está
comprobado que no siempre la calle tiene la razón en lo que es mejor para Chile.
Esta reflexión me hizo
pensar que los pasajeros con rapidez debemos tomar conciencia y empoderarnos,
alzar la voz y hacer comprender a los tripulantes que tal vez el rumbo pudiera
estar equivocado, que como pasajeros del barco llamado Chile es nuestra
obligación ser más que espectadores, porque no basta con cumplir la ley, debemos
ir más allá, en la búsqueda del bien común, la defensa de las personas y el
medio ambiente, pues como ciudadanía debemos entender que el desarrollo pasa
por un equilibrio en los intereses de nuestra comunidad.
No basta explicar sus propósitos,
no basta con tener las mayorías necesarias para llevar a cabo sus intenciones,
deben convencer y hacer parte del plan a sus pasajeros, para así evitar un
futuro motín. Sólo quiero poner la alerta en la pasividad que tenemos como
pasajeros y en la soberbia de nuestros tripulantes, lo que hemos construido
entre todos, creo debemos cuidarlo como un gran tesoro que nos permitirá seguir
por la senda del desarrollo.
Eduardo HölckConsejero Regional de Los Ríos
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