Este año se conmemoran 100 años de dos de las batallas más sangrientas de la Primera Guerra Mundial, la de Verdún y la del Somme. Per...
Este año se conmemoran 100 años de
dos de las batallas más sangrientas de la Primera Guerra Mundial, la de
Verdún y la del Somme. Pero en Suiza se está celebrando el centenario de
un evento mucho menos conocido de esa contienda.
El primer contingente de soldados británicos heridos llegó el 30 de mayo de 1916 para ser confinados en el pequeño pueblo de Chateau d'Oex.
Entre 1916 y 1918, Suiza aceptó a 68.000 soldados enfermos y heridos, tanto franceses como alemanes y británicos.
Bajo
el acuerdo de las partes en guerra, y con la ayuda de la Cruz Roja,
fueron transferidos a los pueblos de las montañas suizas para
recuperarse y mantenerse al margen de la guerra.
Neutralidad
Como señala el historiador suizo Cedric Cotter, fue una solución práctica bien recibida por todas las partes.
"Muchos
prisioneros necesitaban atención médica, pero no había suficientes
médicos en los campamentos de presos de guerra, todos estaban en el
frente cuidando a sus propios soldados".
Y agrega que esto fue una oportunidad para Suiza, que en ese tiempo estaba rodeada de beligerantes, para demostrar que su neutralidad podía ser útil.
El ejemplo de la Bélgica neutral, invadida por los alemanes en 1914,
sacudió a Suiza y, según Cotter, durante dos años el gobierno estuvo
tratando de establecer políticas que mantuvieran seguro al país.
"Las acciones humanitarias se convirtieron en una herramienta importante de la política exterior suiza" afirma.
Pero
con todos los eventos que se están conmemorando en Europa para marcar
el centenario de la Primera Guerra, lo que ocurrió en Suiza pudo haberse
olvidado si no hubiera sido por un residente de Chateau d'Oex, Guy
Girardet, quien descubrió una placa en la iglesia de su pueblo.
"Esta dice: 'En recuerdo de los soldados británicos que fueron internados en Suiza de 1916 a 1918'", explica.
"Esto me intrigó. ¿Qué estaban haciendo aquí en la Primera Guerra y por qué nadie sabía nada de esto?".
Girardet comenzó a investigar y descubrió una historia dramática.
Flores a los vagones
Encontró que cuando el primer tren que transportaba a presos heridos cruzó la frontera de Suiza, las vías estaban llenas de ciudadanos suizos vitoreando.
"Había
una banca en la estación de Montreaux", dice Girardet.
Y cuando el tren
llegó a Lausana, "miles de personas estaban esperando, lanzando flores a
los vagones".
bbc
ليست هناك تعليقات